Con las francesas siempre ha sido así. Bueh, no es que he tenido muchísimas Novias de origen Francés, pero Virginie es la segunda y al igual que la primera de hace un par de años, su contacto fue sólo por teléfono hasta el día antes de la Boda en el cual nos conocimos.

La Estancia La Paz fue el escenario elegido por esta bellísima pareja con la cual sentí una conexión inmediata, a horas de comenzar a registrar su Casamiento en uno de las más hermosos espacios de Córdoba. La Paz es una típica estancia argentina de estilo renacentista italiano; fue construida en 1830 y, a finales del siglo XIX como uno de los refugios preferidos del Presidente argentino Julio Argentino Roca sería ese sábado nublado con amenazas de lluvia el lugar donde amigos y familia de esta pareja Franco-Cordobesa disfrutarían de un momento tan esperado después de más de 7 años de noviazgo.

En los discursos que recibió la pareja luego de la Ceremonia, hubo algo que me llamó la atención y salieron de boca de su propia hermana: Virginie siempre había sido la niña de la familia que no quería despegarse de su hogar, y a la que parecía darle miedo todo tipo de aventura. Sin embargo, el destino a veces juega con nosotros y un día te envía al confín del mundo y te cruzas con el amor de tu vida en los pasillos de un Hotel. ¿Muy resumido? Bueno, condimenten con idas y venidas, ayudas de amigos, montones de besos y abrazos y terminarán en este día. Ivan, con su corazón de sierras cordobesas, había conquistado a Virginie y Virginie, ya no dejaría a Ivan.

Este es el resumen de esta hermosa Boda con una pareja que a pesar de los nervios y lágrimas iniciales, confirmó lo que todos sabemos: que no importa el lugar, no importa el clima, no importan los años, cuando se trata de Celebración, los invitados son el elemento más importante y ninguno de ellos es de cartón o es parte de la decoración.