Son casi las 2 am aquí y esto aún no termina. Acabo de entrar al departamento de mi amigo Emilio y comencé a descargar las fotos que hice desde la mañana.

Me he enamorado. Sevilla me ha deslumbrado. Y he estado sólo un día.

No ha quedado ni Virgen ni Cristo por ver, y seguramente esta noche soñaré con Nazarenos que me acompañan por los caminos que decida recorrer. Nazarenos con trajes de terciopelo y bordados impresionantes en sus pechos. Con cirios iluminando el camino. Que locura por Dios esta celebración de Semana Santa en Sevilla. Simplemente no se puede describir con palabras.

Familias, niños, curiosos, creyentes y no creyentes. Todo el mundo en la calle que es un mundo en esta hermosa ciudad. 

Me he enamorado. 

He llorado escuchando la marcha de la banda al paso de la Esperanza de Triana, el orgulloso barrio donde vive mi amigo. La más bella y guapa de las Vírgenes. Se me erizó la piel al escucharla y comencé a llorar al paso de ella, mientras trataba de hacer fotos. Atrás mío al darme vuelve ví como una mujer también lloraba y trataba de que no se le note. Porqué estará pasando? O mejor dicho... que me pasa a mí que me emociona esto hasta el llanto?

Allá la ví partir de espaldas a mí a la Esperanza de Triana, guardiana de los Marineros. Allá, erguida montada sobre su Paso con 36 hombres debajo que la elevan a lo alto para que el público la aplauda al pasar. Yo quedé atrás y me sequé las lagrimas y me quedé solo ahí, rodeado de gente, pensando que estaba sucediendo a mi alrededor.

¿Porqué creemos? ¿En que creemos? ¿Porqué estas festividades nos movilizan tanto?

Emilio me dice: "...el pueblo puede estar muriendo de hambre, pero a estas estructuras no les falta ni un brillo, oro, plata y flores..." A lo que respondo: la historia de la Humanidad amigo. Desde los Egipcios: esclavos construyendo impresionantes estructuras para adorar a sus dioses, dando lo que no tenían para agradarle y que de alguna manera asegurarse que aunque sea un poco sea devuelto... y en caso de que no, el dar por dar sin esperar nada a cambio, por el simple hecho de creer en algo..."

Creer.

3 hs he dormido de las ultimas 48 hs. Estoy demasiado cansado pero la curiosidad me pide más. ¿Es esto real?

Sevilla me ha enamorado. Me ha golpeado en el pecho como pocas cosas lo han hecho. Por algo quería estar aquí.

Mañana es otro día que me encontrará recorriéndola sólo. Una nueva experiencia.

Más sobre historias y fotos de viajes? Aquí! More about Travel histories and pictures? Click Here